Chile: una mina de sol a punto de ser explotada

Con el mejor recurso solar del mundo y una poderosa industria minera -con una colosal demanda energé

Planta CSP Crescent Dunes, desarrollada por SolarReserve en Nevada, EE.UU. Créditos fotográficos: Departamento de Comunicaciones de SolarReserve.

Por Ángela Castillo 

No obstante, el anuncio que hiciera SolarReserve el pasado agosto de la construcción de la planta híbrida de Copiapó (PV-CSP), viene a darle nuevos bríos a un mercado incipiente. 

La planta híbrida de Copiapó: un diseño novedoso

El proyecto resulta particularmente interesante debido a sus características técnicas: el diseño incorpora dos torres de 130 MW con una planta fotovoltaica de 150 MW. Esto permitirá a la planta generar electricidad 24/7, usando energía proveniente de ambas fuentes durante del día y solo de CSP durante la noche.

Tom Georgis, vicepresidente senior de desarrollo de la compañía con sede en California, señaló que esto “maximizará la capacidad generadora de la planta, suministrando más de 1.700 GWh anualmente”.  Agregó además que la planta generaría hasta 260 MW de carga eléctrica de base, una capacidad muy similar -sino igual- al de una planta eléctrica de carbón.

La tecnología de almacenamiento utilizada será la de sales fundidas. “Las torres de sales fundidas ofrecen el método de almacenamiento más eficiente y rentable, ya que la energía del sol se transfiere solo una vez y se convierte en vapor en el momento exacto en el que la electricidad es requerida para abastecer turbinas de vapor convencionales”, indicó Georgis. También destacó que las sales pueden ser compradas a proveedores locales, lo que ayudaría a desarrollar otra industria nacional.

La construcción de la planta de Copiapó se enmarca dentro de un proyecto de inversiones a gran escala en el país por parte de la empresa americana. “SolarReserve está participando activamente en la tramitación de la permisología de más de 800 MW de CSP en Chile”, destacó Georgis. De construirse, sería la planta híbrida CSP-PV más grande del mundo.

La ronda de financiamiento comenzará a principios del próximo año. “Aún sin subsidios gubernamentales, este proyecto es rentable. La compañía ya logró financiamiento para dos torres termosolares con almacenamiento en sales fundidas, muy similares a la de Copiapó, en los Estados Unidos y Sudáfrica. Confiamos en que nuestro historial atraerá el capital necesario para llevar a cabo el proyecto”, señaló Georgis.

De importador a productor de energía

Según el departamento de Administración de Información sobre Energía de los Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés), Chile es el quinto mayor consumidor de energía de Sudamérica. Este país importó más de 300.000 barriles diarios en 2013, incluyendo derivados refinados y petróleo crudo. Sus principales proveedores son Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y los Estados Unidos.   

Para disminuir tal dependencia, el gobierno chileno ha diseñado un ambicioso plan de desarrollo de energías renovables, con la meta de satisfacer 20% de la demanda interna en 2025 con energías limpias.

¿Problemas de interconexión?

Las más grandes trabas para el desarrollo de proyectos CSP en el país han sido, por un lado, la obtención de terrenos, ya que gran parte de ellos está destinado a la explotación minera, y por el otro, problemas de interconexión entre el Sistema Interconectado Central (SIC); el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) y los Sistemas de Aysén y Magallanes.  

El país cuenta actualmente con una capacidad instalada de 17.000 MW, de los cuales 74% proviene del SIC; 25% del SING, y menos del 1% en los sistemas medianos de Aysén y Magallanes.

Sin embargo, Georgis no lo considera un problema especialmente acuciante para el proyecto de Copiapó: “ya que la generación eléctrica de la planta es de carga base y no intermitente, como sería el caso de la eólica o la fotovoltaica, no requiere el apoyo de instalaciones de generación convencional. De hecho, mejora la estabilidad y fiabilidad del sistema de transmisión”.  

Todos los ojos puestos en Chile

Adicionalmente, la construcción del proyecto Cerro Dominador, a cargo de Abengoa, inició el pasado 14 de mayo. Se trata de una planta de torre de 110 MW, con 17,5 horas de almacenamiento térmico en sales fundidas, ubicada en la comuna de María Elena, al norte del país.  

“El proyecto presenta un 9% de avance en cuanto a su desarrollo total, que entre otras, incluye la ingeniería básica y las principales adquisiciones”, indicó una fuente de Abengoa.

El coste del proyecto se estima en US$1.300 millones y el gobierno de Chile, a través de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), contribuirá con un subsidio de US$20 millones, además de la concesión de uso del terreno.

En relación con futuros proyectos de la compañía española en el país, la empresa indicó que: “nuestro plan inmediato es continuar con la construcción de Cerro Dominador y, a mediano plazo, planeamos ingresar a evaluación ambiental una planta con similares características a la actual”.  

A paso lento pero seguro, Chile está resultando un destino cada vez más atractivo para los inversionistas de la industria CSP.